por Olga Ruiz | 30 Ago, 2018 | Hoy colaboraziono
Hablemos de los datos técnicos de las doradas:
Su cuerpo se caracteriza por ser ovalado, comprimido, alto, de cabeza grande y ojos pequeños en comparación con otros ejemplares de la misma familia. Las tonalidades de su piel engloban todo tipo de grises, desde un azulado oscuro en el dorso hasta claro en el vientre. De grandes escamas, es característico en ella una banda dorada vertical situada entre sus ojos. Es esencialmente carnívoro, devorando gusanos, moluscos, crustáceos y pequeños peces que tritura con sus poderosos dientes. Las doradas salvajes poseen una carne con menos niveles de grasa y suelen alcanzar mayores dimensiones (70 cm.) que los criados en cautividad (40-50 cm).Peso: 800-4000 gramos.
Hablemos de una historia en torno a ellas titulada “La prueba”:
Y de la razón por la que se le ocurrió a nuestro protagonista forzar la siguiente situación.
Antecedente inmediato: Chico corriente ama a chica pija rockera.
María llegó a su casa a las diez de la noche. Era una mujer de treinta años bella y triunfadora. Probablemente él era más inteligente que ella pero también más conformista. Desde el minuto cero ella estaba incómoda porque siempre salían a cenar fuera, ambos trabajaban y tenían solvencia económica para darse algún capricho los sábados sin tener que cocinar ninguno. Pero ese sábado él se había empeñado mucho en que se quedaran en su casa porque quería preparar la cena.
Cuando Pedro apareció con ese plato y lo dispuso encima de la mesa, a ella se le cayó el mentón quince centímetros.
—¿Cómo? ¿No hay nada más aquí? ¿Crees que llevo una hora arreglándome para venir a cenar esto?
Pedro miró el plato, y le dijo: María, no cenas casi nada, gastamos mucho en cosas absurdas. Tómate la dorada que quieras. Elige una.
—¡Pero si una es pequeña, y la otra es grande!—puntualizó señalando el plato. No es equitativo el reparto.
—De acuerdo, coge tú la pequeña que comes poquito y yo la grande.
—¿Pero qué dices? ¿No sería mejor repartirlo?
—Efectivamente, pero tú empieza por la pequeña, — y sonrió.
Entonces ella, enfadadísima al ver esa sonrisa jocosa, cogió su bolso y se levantó.
—¡No te entiendo macho¡ ¿Eres capaz de comerte la dorada grande tú solo?
—Ya te he dicho que no, que empieces tú por la pequeña y luego la más grande la compartimos…
María miraba el plato y no daba crédito. Me estás tomando el pelo —y añadió: No me vuelvas a llamar más, ¿vale? Me siento humillada. Deberías darme a mí la grande. Eso es lo que se hace cuando amas… ¿no? Dar lo mejor al otro.
—Escúchate María. Calla y reflexiona sobre lo que acabas de decir.
Ella, que siempre tenía que ganar la partida, recogió su bolso, su pequeña chaqueta vaquera, alzó la cabeza y se marchó dando un portazo. Lo que nunca jamás supo fue, que dentro de la dorada pequeña, con todo el amor del mundo, Pedro había colocado un anillo de compromiso…
Hablemos del autor del cuadro inspirador:
Juan Moreno Moya, artista plástico y pintor de vidrieras, se dedica desde 2005 a la creación de Vitrales bajo el nombre de Grisallas Moreno, taller de vidrieras emplomadas y tiffany. Pero su visión sobre el color y sobre el aspecto de fondo de la pintura actual trasciende al pensamiento de artista clásico.
Ha realizado talleres con:
- Fernández Hurtado -taller de retrato.
- Antonio Lopez -cátedra de Albacete la atención del natural y la profundidad de la pintura.
- Coque Bayon – la sutileza.
- Stuart Shills : la estructura de la percepción y la percepción de la estructura.
- Alex Kanevski : La pintura perceptiva.
Más información en:
por Olga Ruiz | 21 Ago, 2018 | Hoy colaboraziono
GUSTAVO BERNSTEIN
Arquitecto argentino con el que comparto mi pasión por la fotografía y las letras. Me gusta su forma de mirar los microorganismos:sus fotos emanan sensibilidad y para mí evocan muchas cosas. Supongo que la verdadera magia de la imagen es eso, la capacidad de conmover, de despertar algo en ti que te lleve a crear. Esto es lo que pasa cuando los buscadores de emociones entran en conexión: que una de sus imágenes me sugirió el texto que ahora comparto. Y desde aquí le doy las gracias por formar parte de mi mundo.
LA BELLEZA Y EL DOLOR DEL AMOR
Primera etapa del amor. Fuimos a veranear a Puerto Rico y visitamos una reserva natural llamada Las Cabezas de San Juan Fajardo. Entonces divisé este árbol, no sé qué hacía allí, porque era el único de su especie: chorisia speciosa que, tiene la particularidad de tener espinas en el tronco y atraer mariposas. No lo pude remediar y me lancé en busca de la foto perfecta. Me ubiqué al lado, y le pedí: Ven, aquí, por favor, hazme esta foto. Y entonces puse mi brazo en vertical a lo largo del tronco. Coge sólo el brazo desde el lateral para que se vean los pinchos, —puntualicé.
Posicionó su Nikon, calibró manualmente el zoom, pulsó el disparador y tomó la primera instantánea. Era un enamorado de la fotografía y siempre accedía a todas mis ocurrencias.
Pero después hundí mi brazo contra los pinchos con fuerza.
—¡No sigas, te vas a hacer daño! —exclamó con perplejidad.
—Hazme otra foto donde se vea la tensión del brazo desnudo apretando.
—No me gusta, déjalo, —insistió—. Y pulsó de nuevo para captar la imagen, con urgencia para evitar que me autolesionara.
—No entiendo. ¿Por qué haces eso?, —me reprochó en tono paternal.
—Para recordarme que la belleza de las cosas también duele, entonces retiré el brazo y busqué un pañuelo en la mochila, —me había hecho sangre—Continué explicando: Y porque cuando tú y yo nos dejemos, te mandaré esta foto para que recuerdes este día.
—Eso no va a pasar, nena, estoy enamorado de ti hasta la médula.
—Pasará, no tenemos ningún proyecto común, todo se agotará. Y si no, ya me dirás.
Y efectivamente, seis meses después,sucedió lo esperable, fue él quien me mandó la foto. Aprendió perfectamente la lección de la belleza del árbol, que, como el amor, es doloroso si lo aprietas demasiado sin ningún sentido.
Más información sobre Gustavo en:
https://www.facebook.com/profile.php?id=100012494086958
por Olga Ruiz | 25 Abr, 2018 | Hoy colaboraziono
Victor Carrasco Torres. Escultura «En trance»
SOBRE EL TITULO DE LA OBRA
Del francés transe, que tiene su origen en el latín transire, se define como el momento decisivo, crítico y trascendental por el que puede pasar una persona.
SOBRE LO QUE EL AUTOR QUIERE TRASMITIR
Mi escultura «En Trance» quiere representar el estado en el que entra el artista en el momento de concebir una idea y de cómo quiere plasmarla.
SOBRE LO QUE LA OBRA ME SUGIERE
Un pájaro, un pájaro dentro del huevo. Un pájaro que prefiere estar ahí dentro, alimentándose de las semillas del cerebro. No necesita salir fuera, tiene materia suficiente. Y mientras tanto te consume. No te deja pensar. Te martillea. Te mata poco a poco.
Hace años leí un relato, —lo siento pero no recuerdo el autor, ni la obra ni el título del mismo— en el que dos matrimonios pudientes americanos realizan un viaje para vivir un trance, una nueva experiencia novedosa y asequible para sus bolsillo pensando que gracias a esa vivencia podrían encontrar el equilibrio consigo mismos y con el universo, una forma de abrir canales, con cambios neurovegetativos y cenestésicos para conseguir la iluminación espiritual. El escritor narró con una maestría pasmosa y con todo lujo de detalles lo que sucedió allí, pero sin especificar lo que sintieron nuestros protagonistas en ese rito en medio de la selva, rodeados por los máximos dirigentes de una tribu indígena, liderados por un chamán, piensen entonces, por supuesto, que sus ojos vieron, o creyeron ver mediante alucinaciones demonios, inducidos por la comida, el alcohol, las drogas y el sexo—pero, tal y como digo, el autor no se centró en eso, sino en narrar el evento y las consecuencias de aquella decisión—, pues esa noche degeneró en una situación de culpabilización entre las dos parejas que no volvieron a hablarse en la vida y en la perdición de cuatro almas que no volvieron a ser ellas mismas, incluido el suicidio de uno de los maridos, la impotencia sexual de otro, la locura de la mujer de mayor edad que tuvo que ser ingresada en un psiquiátrico y la adicción a las drogas hasta su muerte de la última protagonista. Todos entraron en un trastorno borderline hasta el final de sus vidas ¿Qué puede hacer que la existencia se convierta en un abismo tan terrible que no se pueda vivir con uno o dos o todos los pájaros de todos los universos dentro comiéndose el cerebro? ¿Cómo un viaje de placer se puede convertir en el peor de los infiernos con las más desastrosas consecuencias en sus vidas? ¿Qué decisiones inconscientes se pueden tomar que afecten de un modo tan terrible a nuestros pensamientos y te llevan a vivir en tinieblas rodeado de fantasmas? En mi opinión, y desde mi personalidad prudente y algo miedosa, —lo reconozco—, creo que hay límites que no se pueden pasar. Hay líneas rojas que deben estar perfectamente establecidas por respeto a la vida y a ti mismo. Y quién no ha establecido las propias «líneas rojas» puede que esté, sin saberlo, en un camino de destrucción alimentando el pájaro devorador. Pero esto es, sin pretender convencer a nadie, lo que me ha trasmitido a mí esta escultura y no deja de ser una visión muy particular de las cosas.
Más información sobre el trabajo de Víctor Carrasco Torres en:
Datos de la escultura referenciada:
En Trance: Técnica: Talla directa y estucado. Material: Pino, Cedro y Estuco Dorador
Dimensiones: 35 cm de largo, 39 cm de ancho y 52 cm de alto.
Crédito final: Le agradezco a Víctor su gran generosidad al aceptar mi visión de su trabajo, muestra de que las obras de arte sugieren cosas diferentes a las personas que lo visualizan,. y también os animo a contarnos qué os sugiere a vosotros.
por Olga Ruiz | 19 Abr, 2018 | Hoy colaboraziono
Acuarela, Din A3, Vista Parcial de Toledo por María José García Maeso.
ME GUSTA TOLEDO
Supongo que mucha gente conocerá Toledo y si no, aquí os presento algunas pinceladas de la ciudad para animaros a hacerlo. ¿Por qué venir? Porque es simplemente mágica, un lugar donde te enamoras o re-enamoras seguro. Tanto dicen de París o de Roma como las ciudades del amor, si no hay que irse tan lejos, vengan a Toledo; que los rinconcitos y callejones animan a achucharse y quererse durante un paseo nocturno.
Aquí convivieron árabes, cristianos y judíos, y su diseño urbanístico tiene huellas de esos ecos. Hay muchas cosas que no se saben, que no se ven, que no se cuentan en los libros. Sólo aquellos que viven aquí las conocen. Para mí, uno de los paseos más hermosos que he podido ver con mis ojos es la “Vuelta al Valle”. Durante ese paseo, se ve la ciudad desde fuera, serpeteando al otro lado del río Tajo. María José, mi colaboradora de hoy también lo sabe, y desde ese punto ha plasmado esta acuarela. Toledo no funciona en blanco y negro, no puede pintarse con colores estridentes tampoco, porque eso es una visión subjetiva del pintor pero no es una representación fiel de la realidad. Esta ciudad tiene ese color sepia de la piedra, y esos tonos verdes de los musgos y árboles que saltan entre las construcciones.
Pasear por esta ciudad, sus calles, sus plazas, visitar sus museos, sus iglesias, sus sinagogas, o entrar en la Catedral, es como atravesar un pliegue en el tiempo hacia el pasado. Se ha invertido mucho dinero en rehabilitar y conservar la esencia al máximo. Y eso se nota. He decidido no hacer acopio de la Historia de Toledo, que existe largo y tendido de ello, y si contaros qué cuatro cosas no debéis perderos cuando vengáis. Obligada visita al Alcázar desde donde se podrán ver las vistas más bonitas de la ciudad subiendo a la cafetería del quinto piso. Obligada visita a la Catedral. Obligada visita a la Plaza del Ayuntamiento y obligada visita al barrio judío donde se puede disfrutar el Museo del Greco y las Sinagogas. Todo es maravilloso, y recomendable. Pero al menos, llevaros esto en vuestro corazón para toda la vida. Y sabed que volveréis, porque Toledo no se acaba aquí; hay cientos de historias de personajes ilustres que dejaron su huella, leyendas de Garcilaso, arte y música en el Círculo del Arte, y, como no, un grupo de artistas plásticos que nos ofrecen lo mejor de ellos cada sábado y domingo (ahora que empieza el buen tiempo los veremos más) en la Plaza de San Marcos. A mí me encanta esta iniciativa porque puedo ver sus trabajos en vivo y en directo, y ellos son hoy los ecos del mañana, sin saberlo y sin dudarlo.
Más información sobre el trabajo de María José García Maeso:
Es Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid y posee el Máster de Especialización en Diseño pen el Instituto Europeo di Desing. Ha trabajado como Directora Gráfica, Profesora y Directora de arte, diseño y publicidad en diversas empresas. Actualmente es Vicepreseidenta de la Asociación de Artistas Plásticos de Toledo y se ha especializado en la pintura de monumentos de esta ciudad, retratos, así como el flamenco y la tauromaquía. Sus trabajos son detallistas y con una contundencia brutal.
Más información sobre el grupo de Artistas Plásticos de la Asociación San Marcos de Artistas Plásticos de Toledo:
por Olga Ruiz | 5 Abr, 2018 | Hoy colaboraziono
Bodegón. Óleo sobre lienzo 65×54 cm.
Juanjo Gamarro
NO CRECE EN LOS ÁRBOLES
—Hablemos padre. Necesito dinero.
—Hablemos hijo. No tengo.
—Pero, ¿cómo que no tienes? Eso es imposible. Tú trabajas y ganas mucho.
—Sí, pero no estoy dispuesto a dártelo para que lo malgastes.
—Ir con los amigos y tomarme algo de vez en cuando no es malgastarlo.
—Fumar, beber y no dar ni palo al agua con los estudios si lo es. No te lo has ganado. Y no hay más que hablar.
—Madre, se acerca a la cocina donde se encontraba la madre partiendo un calabacín, y le pone cara de tuno: Que Papá no me quiere dar dinero. Dámelo tú.
—No.
—Entonces me iré a vivir con un amigo y nunca más volveréis a verme.
—Lo dudo.
—Si, me voy a marchar, y ahora mismo.
—De acuerdo. Ya no hay más chantajes emocionales. No es no.
Así veíamos la tele, una historia corriente de adolescente rebelde, que podría ser español o chino, daba igual. El interminable pedigüeño que no se siente obligado a corresponder con nada.
Y me quedé un rato pensando, con la vista perdida, mirando hacia la ventana… Todos hemos sido así, durante siglos y siglos, hasta que pudimos tener el primer empleo y comenzamos a gastar de lo nuestro. Pero es que la crisis ha hecho mucho daño. Entonces miré el cuadro de Juan Gamarro que estaba en la pared de la derecha. Un buen amigo mío que nunca cuenta mucho de sus cuadros, pero que están cargados de mensajes cifrados. Busqué el móvil y le llamé para decirle: “¿Sabes?, he tenido una visión. Ahora le encuentro sentido a tu cuadro ¿ Te lo puedes creer? Ni los peces vuelan, ni la comida crece en los árboles. Hay que trabajar para ganar el dinero. ¡Ay, qué grande eres!»
Y Juan tan en ello, me contestó: No sé quién eres ni de qué me hablas… me acabo de levantar.
Más información de Juanjo Gamarro en:
por Olga Ruiz | 31 Mar, 2018 | Hoy colaboraziono
Gonzho dice que una cosa es ser pintor y otra artista, y que lo difícil es ser las dos cosas a la vez. Consulto el diccionario de la RAE para confirmar el concepto de artista: Persona que cultiva alguna de las bellas artes, persona dotada de la capacidad o habilidad necesarias para alguna de las bellas artes e incluso en su acepción 5, persona que hace algo con suma perfección. Sin embargo, para mí, que no soy la RAE ni mucho menos, el arte, no es algo consolidado, y el artista, por consiguiente, mucho menos, sino que está en permanente búsqueda de su propia esencia, poética, impronta, etc. El artista en cuanto a espectáculo me parece otra cosa; dado que aprende unas rutinas, las practica, las ejecuta con destreza y punto. Discutimos un poco el tema y al final llegamos al acuerdo: Venga, proponemos: pintor y buscador permanente.
Gritar. Verbo intransitivo. Sonido inarticulado. Realidad caótica.
¿Cuándo gritamos? Al llegar al mundo, cuando algo nos sorprende o nos asusta en derivada de la felicidad o la desesperación, como método de agresión, intimidación, incluso como imposición a los demás. Un grito expresa descontrol y desbordamiento de las emociones. Hasta ahí de acuerdo. Con la llegada del lenguaje, ya no nos hace falta gritar y sin embargo a veces se siguen oyendo esos gritos: del marido, de la madre, de la paciente, del usuario insatisfecho, se grita mucho, en general, todavía, a mi entender.
León Gieco dice: “Todos los gritos fuertes nacen de la soledad”. Estoy en modo crítico. No lo comparto totalmente, póngase cómo ejemplo la emoción de subir en una Montaña Rusa con amigos. Pero ese es otro Rock and Roll. Quiero entender a qué se refiere León Gieco.
— Gonzho, ¿por qué pintaste este cuadro? —le pregunté por messenger el día que acordamos la colaboración.
Y me contestó: “Porque se lo debía al niño que fui”.
La historia inventada. Entonces, imaginé a ese pequeño Gonzho de ocho años, tal vez, jugando en el salón de su casa, construyendo sobre la mesa camilla un universo Lego con naves, portaaviones, cohetes espaciales y un ejército de robots. Imaginándose la invasión del mundo con sus playmobil como elementos externos, absorto en sus batallas durante horas.
Imaginé, como supuesto necesario, que fue al baño, y la madre que había terminado de prepara la cena y necesitaba poner la mesa, así, sin previo aviso, de un brazado, barrió con todo y lo introdujo en el tambor de colón, y Gonzho, nuestro pequeño soñador, vio cómo su pequeño universo se veía arrastrado al interior de ese cubo de cartón. Y le faltaba el acto de coronación…
¡Nooooooooooooooooooooo!—gritó.
Este cuadro se llama » El grito de la infancia».