El día que te descubres a solas con tu bebé recién nacido, le miras, le respiras, le desnudas y combruebas la asombrosa belleza que te ha regalado la vida. Ese día aceptas que Dios te eligió a ti, y te encomendó esa alma para que creciera y fuera persona. Y, aunque tengas miedos e inseguridades, te los comes y desarrollas superpoderes y haces mogollón de trucos de magia que ni conocías. Pues eso, ser madre.
En este día, solo pido que tengamos magia suficiente para nosotras y nuestros hijos. Porque una madre es infinita en todos los sentidos.

NADA MáS. ¡FELICiDADES MAGAS!


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