No tengo hermanos. Ni sobrinos. Mis padres murieron hace años y mantengo relaciones abiertas que no van a ningún sitio. Vamos, mi triste realidad: estoy más sólo que la una. El otro día me mandaron al correo electrónico un aviso de Noche de Reyes para Singles; una fiesta por todo lo alto que se celebra en una finca privada. Precio: cien euros. Compruebo las cuentas on line y veo que tampoco podrá ser. Entonces me apunto a un evento digital: Nortweb, para los desahuciados físicos y emocionales. Una plataforma que invita a tus participantes a chatear durante cinco minutos en directo para ver si encajan o no con hombres y mujeres de todo el mundo. Primer intento: chica inglesa. No tengo ni idea de hablar inglés. Segundo intento: chica gordita. No, tiene cara de buena persona pero no es mi tipo. Tercer intento, acotar búsqueda, España, Madrid. Entonces aparece una chica de ojos azules y pelo negro. Ni dudo: ¡Es la tía buena de mi vecina! Suelto el ratón y salgo disparado hacia su puerta. Soy yo, Marta ¿Quieres cenar conmigo? Y su hijo de cuatro años con ojos azules y pelo negro se agarra a mi pierna.
¿ Y tú? ¿ Estás enamorado de alguien que está cerca? ¿ A qué estás esperando? Corre, llama a su puerta, y regálale tu compañía y tu cariño. O al menos, díselo.