Este relato ganó el segundo premio del concurso internacional INVENTIA. Hoy lo recupero porque me apetece recordarme, que nada es gratuito, que todo requiere un esfuerzo y que, pase lo que pase, mañana saldrá el sol.
Comunicado de Prensa
Del 12 al 19 de Julio del año en curso se llevarán a cabo diferentes actividades cívicas, culturales, musicales y conferencias en el CETIS N°7, ubicado en Av. Luis Espinoza s/n esq. Calle Congada, Col. La Paz en la Delegación A. Madeiro”.
Acababa de finalizar la carrera de periodismo y era mi primer trabajo justo al otro lado del mundo. Sabía que era un inicio importante. Expuse mi conferencia ilusionado y nervioso. Al terminar, recogí la maleta, la chaqueta, el periódico y me encaminé en búsqueda del hotel.
(…)
Anocheció rápidamente y mientras avanzaba bajo la luz de las farolas veía mi sombra crecer y decrecer. Había un grupo de niños dibujando sonrisas en las aceras con trozos de yeso blanco y al verme pasar se arremolinaron en torno mío metiendo sus manitas en todos los bolsillos de mi ropa. Les di una moneda a cada uno y me dejaron continuar. Levanté la vista hacia la esquina de la calle que cruzaba perpendicular y leí en un rectángulo blanco con letras azules excesivamente rumbosas: “Calle Solidaridad”, sonreí reconfortado.
Aunque agotado, continuaba andando. El hotel, ubicado al final de la calle, según el plano, no parecía existir en la realidad. Contaba mis pasos, las puertas, las ventanas, contaba para que la cuesta no costara. “Tengo que llegar” —pensé—, “Tengo que llegar” —me repetía—. Advertí un pequeño hostal a mi derecha justo en el número 125bis. Hubiera pasado la noche allí, pero ya tenía la reserva hecha en el hotel. Y yo quería dormir en el hotel… Yo quería llegar. Seguí andando. Número 159. ¡Ya me queda menos! — me animé.
Andar, avanzar, sentir, pensar, vivir y… llegar.
Al fin frené mis pasos junto a las cuatro estrellas, me di la vuelta, miré la longitud y pendiente de la calle, resoplé profundamente e imaginé cómo al día siguiente todo sería más fácil: andaría cuesta abajo, con el sol sonriéndome y deseándome: ¡Buenos días!
|
COMUNICADO de prensa.